lunes, 31 de agosto de 2009

Cybotron "Colossus" (review)


Navegando por aquí y por allá (en la búsqueda del progresivo perfecto), me encuentro con esta fenomenal banda Australiana. Según lo que leí en un blog por ahí, Cybotron era el dúo de los tecladistas Steven Maxwell Von Braund (de origen alemán) y el aussie Geoff Green. Formado a mediados de los 70's, su primer disco, el homónimo, es de 1976, Colossus (mi favorito) de 1978 e Implosion de 1980.
Hablé de lo que otros hablan, ahora hablaré de mis impresiones de Colossus:
Monumental demostración de talento, pureza musical y hasta disonancias. Colossus comienza con una introducción algo repetitiva en las teclas y alguna percusión sin mucho volumen, para que no opaque ni los teclados ni el saxofón que comienza a hacerse sentir a partir de lso 2 minutos y medio. A los 3 minutos y 10 segundos se corta de golpe la introducción y da paso al cambio de ritmo y el vuelo libre de los teclados.
El tema no es de lo más rápido, pero podría asemejarse a los teclados que utilizó Emperor en su última época, pero con una batería semejante a Triumvirat, aunque no tan jazzística, dato curioso teniendo en cuenta que el saxo suena poderosamente jazz (y a Pink Floyd).
Eclipse se asemeja bastante a algunas cosas de Jarre y Mike Oldfield, manteniendo la melodía principal del primer tema, salvo que más lenta. A los dos minutos los teclados cambian a lo que podría hacer Rick Wakeman en solitario (King Arthur). El tema no es tan lineal en relación al primero, ya que tiene más cambios y la batería es algo más violenta, como Carl Palmer en Atomic Rooster o ELP.
Medusa es un llanto electrónico, una cruza entre Jarre, Kraftwerk y Vangelis, con el uso de una percusión distintay teclados que ahora cambian a ambiental.
Raga, el jazz vuelve, y la batería a lo Triumvirat, ELP y Atomic Rooster también, para sellar el tema más rápido y caótico del disco, aunque al final se ordena y termina en forma cortante y sin mayor parafernalia.
Se incluye también un short remix de Colossus, que en el fondo es un resumen del tema, y Ride, muy semejante a lo que hizo Vangelis en China. Si bien he dado referencias a otras bandas, el grupo, o dúo, conserva un sello que los hace merecedores de ser escuchados.

Pena de Muerte

El secuestro, violación y posterior asesinato de una niña de cinco años, acontecimiento que ha conmocionado al país, especialmente a quienes son padres, junto con ser un hecho lamentable, deja entrever otro hecho aún más lamentable: el cruel humanitarismo del Progreso una vez ha demostrado que no existe justicia verdadera ni suficiente si no es aquélla que se ejerce de manera espontánea. El mundo moderno se muestra tal como es: mientras degenerados, asesinos y malvivientes han existido siempre y siempre existirán, eso no cambiará, lo que va cambiando es la mentalidad colectiva respecto a la actitud mostrada frente a los primeros. Un país en progreso, moderno, con miras al futuro, según el paradigma actual de flexibilidad, humanismo y altruismo, no puede tolerar el segar la vida de la persona humana si la justicia así lo dictara. Caso curioso: actualmente, a la vida de un criminal se le atribuyen características organicistas, haciéndola positivamente intocable por derecho sin importar los deberes, priorizando la condición de persona por sobre la de ciudadano de un todo, cambiando el enfoque desde criminal a persona errada, mientras que el resto de los mortales siguen siendo meros individuos con derecho a expresarse siempre y cuando su libertad de expresión no toque la integridad de otro ser por detestable, repulsivo e inmundo que éste sea.
Los instintos básicos del colectivo afloran en estas situaciones, amplificados por la prensa que no teme hacer de esto un gran golpe noticioso/comercial (bastante afín a la porquería de enseñanza inmoral y carente de ética que les brindaron en alguna "prestigiosa" Universidad con pasantías en el extranjero para exportar e importar imbéciles certificados para hacer sin siquiera arrugarse, ni mucho menos detenerse a pensar cómo llegaron a 2do básico con semejante coeficiente intelectual de quiltro que come sus propias fecas, y nótese que el hecho de ver tanto gay, inmigrante de color, inmigrante de un color no tan oscuro como el anterior, cuanta tribu urbana ha aparecido, testigos de Jehová que me hablan de lo maravilloso que es el Reino de los Cielos con sus habitantes apátridas desinteresados en la raza y el color de la piel, ha hecho de mí un ser tan tolerante, que no tengo mayor problema con los canes ni con los que practican la coprofagía, preguntas tales como "¿qué sensaciones le recorren al ver al asesino de su hija?"; notable, si dan ganas de darles un premio y empalarlos con sus propios micrófonos), produciéndose el gran choque del inconsciente: por un lado está la actitud casi instintiva de rechazo, la necesidad de ejercer la justicia por mano propia y despiadada, i.e. sin trancas morales ni panfleterismo derechohumanista, y por el otro lado, lado izquierdo quizá, está la necesidad de comprender la vida como maravillosa tan sólo por ser la vida, de considerar la vida inviolable tan sólo porque el montón de órganos que la porta tuvo la fortuna de nacer en un país que cree que estar en el primer mundo es tolerar cuanta porquería que pase por sus fronteras y asumir que el ser humano es innatamente bueno y perdonable. Pedir pena de muerte es inútil pues nuestro país está tan atado de manos con absurdos tratados internacionales que sería más fácil ajusticiar como se debe al montón de mapuches subversivos antes de que la pena de muerte vuelva… para que el sr. Frei, si es presidente otra vez, vuelva a indultar a otro infeliz, tal como lo hizo durante su mandato anterior.
Es de esperar, si las enfurecidas masas ya no están en condiciones de aplicar la ley de Lynch pues, como sabemos, el sistema Judicial, junto con ejercer su justicia afeminada y propia de quien teme hacerse respetar, debe proteger la vida y el trato humanitario de los criminales, que algún recluso, impulsado por un repentino afán de expiar sus culpas y deudas con la sociedad, haga de la teoría del Lex Tallionis, ojo por ojo y diente por diente, una realidad.

Son Siempre los Mismos...

Recuerdo un viejo comercial televisivo de la campaña presidencial de Fernando De la Rúa, en el cual los jóvenes por "la Alianza" (sólo es coincidencia nominal) invitaban a cambiar la Argentina, puesto que la política desarrollada por el menemismo incluía siempre los mismos nombres y fórmulas, los cuales pretendían ser repetidos y perpetuados en un posible gobierno de Duhalde. "Son siempre los mismos... son todos parientes", decía la canción que acompañaba una gráfica de fórmulas de votación del justicialismo que se movían en forma de carrusel.
Al observar la realidad política chilena, sobretodo en lo concerniente a la elección presidencial de Diciembre no puedo de dejar de pensar que en nuestro país la formación de castas o seudodinastías de nuestra clase gobernante ha dado lugar a una verdadera repartija del poder pepetuada desde los inicios de la república (salvo contadas excepciones). Este sístema dinástico encubierto nada tiene de novedoso ni desconocido,siendo incluso muchas veces aceptado y aprobado de manera inconsciente por la plebe (ciudadanía).
Lo que si resulta paradójico es que un hijo predilecto de esta seudonobleza (Marco Enriquez-Ominami) intente disfrazarse de candidato plebeyo y pretenda vernos la cara de idiotas, aludiendo a que ahora "Él es el cambio". No me imagino que un personaje que ha vivido el exilio dorado (exilio que sólo algunos vivieron) de la cúpula dirigente allendista, que se crió paseando por las calles de Paris, con Pepe Auth como niñero y siendo siempre observado por los jerarcas de antaño como el hijo de Miguel, haya sufrido las carencias de la plebe. No me imagino que este hijo predilecto de la nueva democracia haya sufrido enormes penurias o necesitado grandes esfuerzos para conseguir sus objetivos durante los veinte años en que han gobernado aquellos que lo miraban desde niño como el hijo del gran líder del MIR. ¿Pretende hacernos creer que le ha sido difícil la vida?, ¿que le ha costado ganar financiamiento para sus mediocres proyectos audiovisuales (en los cuales debe haber tenido como importantes competidores a Pepe Maldonado y a Miguel Littín)? o ¿que tuvo que salir victorioso de una serie de elecciones y procedimientos internos dentro del partido socialista para ganar un cupo a diputado?. Es muy difícil imaginar que este principito haya tenido que vender puerta a puerta como el senador Navarro o trabajar de obrero como el diputado Alinco. Más bien es mucho más factible imaginarlo pensando en francés aquella frase de la Granja de los Animales de Orwell que señala que "todos los animales son iguales, pero algunos son más iguales que otros".Por lo mismo no nos dejemos engañar en Diciembre y al momento de votar será bueno recordar que : "Son siempre los mismos... son Todos Parientes...".