Recuerdo un viejo comercial televisivo de la campaña presidencial de Fernando De la Rúa, en el cual los jóvenes por "la Alianza" (sólo es coincidencia nominal) invitaban a cambiar la Argentina, puesto que la política desarrollada por el menemismo incluía siempre los mismos nombres y fórmulas, los cuales pretendían ser repetidos y perpetuados en un posible gobierno de Duhalde. "Son siempre los mismos... son todos parientes", decía la canción que acompañaba una gráfica de fórmulas de votación del justicialismo que se movían en forma de carrusel.
Al observar la realidad política chilena, sobretodo en lo concerniente a la elección presidencial de Diciembre no puedo de dejar de pensar que en nuestro país la formación de castas o seudodinastías de nuestra clase gobernante ha dado lugar a una verdadera repartija del poder pepetuada desde los inicios de la república (salvo contadas excepciones). Este sístema dinástico encubierto nada tiene de novedoso ni desconocido,siendo incluso muchas veces aceptado y aprobado de manera inconsciente por la plebe (ciudadanía).
Lo que si resulta paradójico es que un hijo predilecto de esta seudonobleza (Marco Enriquez-Ominami) intente disfrazarse de candidato plebeyo y pretenda vernos la cara de idiotas, aludiendo a que ahora "Él es el cambio". No me imagino que un personaje que ha vivido el exilio dorado (exilio que sólo algunos vivieron) de la cúpula dirigente allendista, que se crió paseando por las calles de Paris, con Pepe Auth como niñero y siendo siempre observado por los jerarcas de antaño como el hijo de Miguel, haya sufrido las carencias de la plebe. No me imagino que este hijo predilecto de la nueva democracia haya sufrido enormes penurias o necesitado grandes esfuerzos para conseguir sus objetivos durante los veinte años en que han gobernado aquellos que lo miraban desde niño como el hijo del gran líder del MIR. ¿Pretende hacernos creer que le ha sido difícil la vida?, ¿que le ha costado ganar financiamiento para sus mediocres proyectos audiovisuales (en los cuales debe haber tenido como importantes competidores a Pepe Maldonado y a Miguel Littín)? o ¿que tuvo que salir victorioso de una serie de elecciones y procedimientos internos dentro del partido socialista para ganar un cupo a diputado?. Es muy difícil imaginar que este principito haya tenido que vender puerta a puerta como el senador Navarro o trabajar de obrero como el diputado Alinco. Más bien es mucho más factible imaginarlo pensando en francés aquella frase de la Granja de los Animales de Orwell que señala que "todos los animales son iguales, pero algunos son más iguales que otros".Por lo mismo no nos dejemos engañar en Diciembre y al momento de votar será bueno recordar que : "Son siempre los mismos... son Todos Parientes...".
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